Ciudades ¿verdes o grises?

Muchas veces nos preguntamos cuánto cuesta el mantenimiento de los espacios verdes, pero la pregunta que deberíamos hacernos es ¿Cuánto ahorramos con ello? Porque los beneficios que proporciona pueden ser calculados en términos económicos.

¿Sabías que, por cada euro gastado en la conservación de nuestros espacios naturales, incluyendo parques y jardines, se obtienen 3 euros de servicios a la ciudadanía, incluyendo lucha contra la contaminación, captación de CO2, salud pública, etc.?

La gestión de nuestra red de espacios verdes urbanos, de nuestros paisajes urbanos (entendidos en el marco conceptual del Convenio Europeo del Paisaje), desde un prisma multifuncional y holístico proporciona beneficios globales para todos los ciudadanos, destacando la salud pública y el bienestar y el respeto por los valores medioambientales tan necesarios. No se trata de una moda, se trata de una necesidad imperiosa que debe ser atendida para conseguir un futuro mejor para las próximas generaciones.

De aquí nace el concepto de Infraestructura Verde. Pero ¿qué es la Infraestructura Verde? Podríamos decir que se trata de gestionar los elementos naturales que existen en nuestras ciudades desde un punto de vista innovador, sostenible y alineado con los parámetros de la economía circular. Es decir, es ir mucho más allá del clásico mantenimiento de parques y jardines para evolucionar hacia una visión de las ciudades más respetuosa con el medio ambiente y aplicando parámetros innovadores que hacen que la gestión de las ciudades evolucionen favorablemente.

Para llevar a cabo este concepto es necesaria la implicación de todos los agentes que intervienen en el desarrollo y evolución de la Infraestructura Verde: profesionales de la arquitectura y la ingeniería, jardineros, científicos e investigadores, administraciones públicas y, por supuesto, la sociedad.

Se trata de un concepto que lleva años tomando fuerza y relevancia en las instituciones públicas a través de, por ejemplo, la Estrategia Nacional de Infraestructura Verde y de la Conectividad y Restauración Ecológicas aprobada por el Ministerio de Transición Ecológica del Gobierno de España, donde se regula la implantación y el desarrollo de la Infraestructura Verde en España, o la propia estrategia adoptada por la Unión Europea donde le daba una definición oficial a la infraestructura verde, explicando sus beneficios y recalcando la importancia de incidir y comenzar a gestionar la infraestructura verde desde un punto de vista de gestión y planificación.

7 beneficios que podemos obtener de la Infraestructura Verde

Ciudades del futuro - Urbaser

A modo de ejemplos de los beneficios que se consiguen con los trabajos, podemos citar:

  • Minimizar la huella de carbono en las ciudades mediante la aplicación de estrategias y soluciones para calcular las rutas de servicio más eficientes.
  • Evitar la contaminación acústica y atmosférica para potenciar la presencia de avifauna y microfauna.
  • Reducir la huella hídrica mediante la selección de especies más adaptadas y con menos requerimientos hídricos
  • Reutilizar la mayor parte de los restos que provienen de la labor cotidiana de las operaciones en los parques y jardines, transformándolos en compost o aplicando técnicas de siega que reutilizan in situ la vegetación segada, permitiendo que compuestos como el nitrógeno vuelvan al suelo.
  • Reducir el efecto isla de calor mediante el uso de soluciones basadas en la naturaleza. Elegir las mejores especies teniendo en cuenta su capacidad de captación de CO2, de contaminantes y de emisiones gases de los árboles que contribuyen a la producción de ozono (COVBs).
  • Mejorar la calidad de la atmósfera urbana regulando la temperatura, filtrando rayos UV y proporcionando zonas de sombra que evitan quemaduras y problemas de salud.
  • Optimizar la gestión de los recursos mediante procesos y soluciones innovadoras basadas en BIG Data o la inteligencia artificial.

Este tipo de soluciones son prioritarias en la gestión de la vegetación, especialmente en nuestras ciudades, habida cuenta del gran porcentaje de población que vive en ellas. Compañías como LÉGAMO ponen esta filosofía en marcha planteando su trabajo desde una base científico-técnica evidenciada que permite alcanzar grandes logros, proponiendo alternativas contrastadas para ahorrar agua, combustibles, insumos, etc.

En definitiva, una visión de respeto al medioambiente, de sostenibilidad y de reutilización de recursos. Somos los embajadores de las personas en la naturaleza, y ello requiere esta nueva perspectiva de gestión enfocada a la optimización de los beneficios que genera la naturaleza, es decir, a la optimización de los denominados servicios ecosistémicos.

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