Desde hace varios años nos hemos acostumbrado a recibir noticias a diario sobre el cambio climático y los efectos que éste tiene en nuestro entorno. Junto al reciente crecimiento de concienciación de este fenómeno, también ha aumentado la preocupación ciudadana por los efectos globales que puede causar. Una inquietud que puede llegar a causarnos angustia, que es la ecoansiedad.
¿Qué es la ecoansiedad?
La ecoansiedad es un término que se utiliza para describir la angustia y el malestar psicológico asociado a la crisis climática. La Asociación Americana de Psicología (APA) lo describe como “el temor crónico al impacto del cambio climático y la preocupación asociada por el futuro de uno mismo y de las próximas generaciones”.
Puede manifestarse de diversas formas, como ansiedad, tristeza, ira, desesperanza o falta de motivación. Las personas que experimentan ecoansiedad pueden sentirse abrumadas por la magnitud de los desafíos ambientales y pueden experimentar dificultades para hacer frente a estas preocupaciones. Es importante reconocer y abordar la ecoansiedad para promover el bienestar mental y encontrar formas de contribuir al cuidado del medio ambiente.
¿Qué factores provocan este temor?
Las causas son muy diversas, pero las características principales que definen qué es la ecoansiedad suelen incluir:
• Sobrecarga informativa: la avalancha de noticias y datos sobre problemas ambientales puede resultar abrumadora para algunas personas, especialmente si sienten que no pueden hacer nada al respecto.
• Sentimiento de impotencia: la sensación de que los problemas ambientales son demasiado grandes y complejos para abordar puede generar frustración y desesperanza.
• Impacto personal: aquellos que han experimentado directamente eventos climáticos extremos o la degradación directa de su entorno pueden sentir una angustia más aguda.
• Pérdida de conexión con la naturaleza: a medida que las personas se alejan de la naturaleza debido a los nuevos estilos de vida urbanos y tecnológicos, pueden experimentar sensaciones de pérdida y de desconexión que contribuyen a la ecoansiedad.
¿Qué síntomas están asociados a la ecoansiedad?
No hay una lista exacta de efectos que enumerar para averiguar qué es la ecoansiedad, pues no es un diagnóstico clínico oficial. Aunque puede representarse en cada persona de manera diferente, los síntomas más comunes incluyen:
• Preocupación constante: pensamientos recurrentes sobre los problemas ambientales.
• Angustia emocional: sentimientos de tristeza, ansiedad, enfado o miedo relacionados con el cambio climático.
• Síntomas físicos: insomnio, sudoración excesiva, palpitaciones y otros síntomas físicos relacionados con la ansiedad.
• Evitación de temas ambientales: evitar discusiones o noticias relacionadas con el medio ambiente para reducir la carga ansiosa.
• Cambios en el comportamiento: alteraciones en el estilo de vida, como en la dieta o el consumo, como resultado de la preocupación ambiental.
¿Cuáles son las estrategias para lidiar con la ansiedad ambiental?
Para abordar la ecoansiedad es fundamental considerar el asesoramiento de psicólogos. No obstante, los expertos en la materia recomiendan algunos consejos entre los que se encuentran:
• Educación y conciencia: comprender los problemas ambientales y el cambio climático a través de fuentes fiables y basadas en la ciencia. Esto ayudará a sentirse más capacitado para abordar estos problemas.
• Establecer límites informativos: es importante mantenerse informado, pero también lo es evitar la sobreexposición a noticias negativas relacionadas con el medio ambiente. Para entender qué es la ecoansiedad que sufre cada uno, hay que saber de dónde viene nuestro problema.
• Conectar con la naturaleza: pasar tiempo al aire libre puede resultar terapéutico al apreciar la belleza del mundo natural y sentirse más conectado a él.
• Desarrollar la resiliencia emocional: trabajar en la capacidad de adaptarse a la incertidumbre y el cambio ayudará a manejar mejor el estrés ambiental.
• Activismo y acción: participar en actividades de voluntariado o activismo ambiental puede proporcionar un sentido de propósito y empoderamiento que haga frente a la frustración.
La ecoansiedad es una preocupación creciente en nuestra sociedad y en un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales. Sin embargo, no debemos olvidar que los medios y divulgadores como nosotros, también tenemos un papel importante en el desarrollo de este trastorno.
La forma en que comunicamos las noticias y la información sobre el medio ambiente puede contribuir significativamente a la intensidad de esta ansiedad. Por eso, es esencial que asumamos la responsabilidad de informar de manera equilibrada y basada en evidencias. Como comunicadores, desde Urbaser queremos recordar que nuestras palabras tienen un impacto real en las personas, así que busquemos el equilibrio entre informar sobre los desafíos ambientales y ofrecer esperanza y acciones concretas para el cambio. Al hacerlo, podemos ayudar a construir un futuro más sostenible y saludable para todos.
